Allí Hitler le expuso los detalles de una operación militar crucial que habría de desarrollarse en suelo español: se trataba de la toma de Gibraltar a los británicos por parte de los alemanes. El general Jopl explicó detalladamente el proyecto militar ante la atónita mirada de Ramón.
La respuesta de España fue negativa, ante lo cual, Hitler (que en esa época no estaba acostumbrado a recibir desplantes) quedó desolado. En palabras de Serrano Suñer la reacción de Hitler fue algo así:
De las siete u ocho veces que tuve que reunirme con él fue esta la ocasión que le encontré más parecido a un ser humano. "Bien- me dijo-, España puede tomarse algún mes más para prepararse y decidirse".
La preocupación de Hitler estaba más que justificada, ya que en caso de haber conseguido tomar Gibraltar habría logrado cortar el suministro a Inglaterra de sus colonias proveniente de Egipto. Con esto y mantener a raya con sus submarinos a los buques de auxilio americanos, habría logrado aislar a Inglaterra y dejarla sin suministros y lista para servir.
Los ingleses, en previsión del ataque hicieron construir una intrincada red de túneles en el peñón para preparar la batalla, pero se estima que apenas podrían haber aguantado una semana la ofensiva nazi.
Sin embargo España no estaba dispuesta ni capacitada para entrar en la guerra, ya que apenas un año antes había salido de una cruenta guerra civil, así que exigió un precio desorbitado para hacer desistir a Alemania: ingentes suministros de alimento y gasolina, equipos militares y algunos territorios en el norte de África.
Así pues el intento de Alemania de hacer entrar a España en la segunda guerra mundial fracasa, y con él la opción de dar el toque de muerte a Inglaterra. La negativa de España y la ofensiva de la URRSS por el este hacen que hitler se olvide de esta opción.
Algunas crónicas narran como Hitler, en su bunquer de Berlín, bajo los bombardeos rusos y ante sus enormes mapas de batalla, murmuraba para sí mismo:
"Gibraltar, debimos tomar Gibraltar...".
Fuentes: Entre Hendaya y Gibraltar. Ramón Serrano Suñer.
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