jueves, 17 de noviembre de 2011

El lisiado que arrodilló a Inglaterra (I)

Nacido en Guipúzcoa, Blas de Lezo y Olavarrieta (1689-1741) fue uno de los mayores y más valientes marinos de los que España se ha servido nunca.  Tristemente hoy en día no es muy recordado (aunque gracias a artículos de autores como Pérez-Reverte empieza a ser  más conocido). 

Para hacernos idea de su magnitud como marino baste decir que con 58 años había perdido la pierna y ojo izquierdos así como el brazo derecho, participado en la guerra de sucesión española, luchado en el caribe y en el mediterráneo y atrapado y hundido numerosos barcos enemigos (destaca al asalto al barco inglés Resolution de 70 cañones, orgullo de la armada británica que acabó quemado y hundido por el vasco) ,  haciendo gala de una habilidad y un arrojo en el mar que le valieron su ascenso a comandante general de la armada en el año 1737.

Sin embargo, su mayor hazaña, por la que sería recordado en la historia no llegó hasta 1741 con la defensa de Cartagena de las Indias. En este año España estaba inmersa en la guerra conocida como la "Guerra de la oreja de Jenkins" o "Guerra del asiento" que enfrentó a España  y Gran Bretaña del año 1739 al 1748 por el dominio del caribe y por lo tanto la predominancia colonial en América. España estaba peleando por mantener su hegemonía colonial mundial contra una Gran Bretaña con medios militares superiores.

Estos medios militares constituían una gran flota comandada por Edward Vernon, James Oglethorpe, Charles Knowles y George Anson. Edward Vernon era el principal oficial Inglés y demostró su destreza en la guerra derrotando y conquistando Puerto Bello.

Después de Puerto Bello la siguiente plaza había de ser Cartagena de Indias. Esta estratégica posición estaba defendida por nuestro Blas de Lezo, y el almirante Vernon, tan  arrogante como osado, crecido por el éxito de Puerto Bello se atrevió a desafiar a Blas, a lo que el vasco contestó:

"Puedo asegurarle a Vuestra Excelencia, que si yo me hubiera hallado en Puerto Bello, se lo habría impedido, y si las cosas hubieran ido a mi satisfacción, habría ido también a buscarlo a cualquier otra parte, persuadiéndome de que el ánimo que faltó a los de Puerto Bello, me hubiera sobrado para contener vuestra cobardía".

                                                             Blas de Lezo y Olavarrieta.  

Así pues Vernon se dispuso a atacar Cartagena de Indias con un ejercito de 186 buques, 27.600 soldados y 2000 cañones. Blas, por su parte sólo contaba con un reducido ejército de 3.600 hombres y 6 barcos. Esta superioridad numérica hicieron que el imprudente almirante Vernon diera por sentada su victoria y mandó que se diera en Inglaterra la noticia de que Cartagena estaba tomada, e incluso ordenó acuñar monedas conmemorativas en su honor en las que se podía ver a Blas de Lezo arrodillado ante Vernon bajo el lema: "El orgullo español humillado por Vernon".



Sin embargo no sería precisamente el orgullo español el humillado, ya que Vernon no contaba con el genio militar y la bravura de Blas, y el curso de los acontecimientos le deparaba alguna que otra sorpresita.







No hay comentarios:

Publicar un comentario